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martes, 4 de septiembre de 2012

Ensayo de un ensayo XII: conclusiones finales


Otro tema interesante es el del decrecimiento del interés por los temas científicos en los medios de comunicación: televisión, radio, revistas y periódicos. En estos es cierto, pero no debemos olvidarnos del grande de las comunicaciones, internet. Su potencial es mucho mayor que el de cualquier revista o periódico, incluso que la propia televisión. Tiene un índice de impacto brutal. Es un escaparate publicitario interesantísimo que puede ayudar a mejorar la visión de la ciencia, siempre y cuando se trate con el rigor y el respeto que se merece. En el mundo 2.0 encontraremos muchos ejemplos de calidad científica, de hecho, las grandes revistas tienen webs y están metidas en redes sociales y profesionales, pero además de todos estos, existen blogs y portales dónde principiantes de este mundo tienen mucho que decir.



La divulgación debe abrirse camino hacia nuevos campos, nuevos espacios dónde presentarse. Internet es una oportunidad única que debemos aprovechar todos los interesados en la divulgación científica, porque nos aporta plataformas dónde hacernos oír, canales a los que dirigirnos, multitud de formatos en los que trabajar y lo más importante, una conexión con el publico más directa, cercana y amable.

lunes, 16 de abril de 2012

Ensayo de un ensayo VIII: el legunaje literario para acercar la ciencia

Otro problema que surge del mundo científico es la visión que se tiene sobre su forma de escribir, sobre su expresión oscura y difícil, llena de tecnicismos. Ésto, si echamos la vista atrás no es cierto, científicos reconocibles por todos, como Galileo Galilei o Darwin, escribían sus textos científicos como si de literatura se tratara. Usaban registros literarios, no en libros de divulgación, sino en su propia obra científica (C. Elías, 2008). No podemos seguir pensando que existen dos culturas, separadas por un alto muro infranqueable, debemos saber que ese muro es tan sumamente poroso que la información fluye en ambos sentidos. Habrá periodistas, científicos, profesores, que solo vean un muro impenetrable, pero hay otros que solo ven los agujeros de los poros, y el espacio que dejan para pasar. Los científicos son gente de ciencias pero también de letras, incluso alguno ha ganado el Nobel de literatura, como Bertrand Russel que era matemático. Es más algunos científicos españoles, ante la decadencia de su profesión, han tenido que dedicarse en parte a la literatura, mejor pagada.

martes, 7 de febrero de 2012

Ensayo de un ensayo VI: El panorama laboral de la ciencia


Las condiciones laborales en la ciencia se han ido degradando a lo largo de los años, un científico que pasa la mayor parte de su vida metido en un laboratorio trabajando cobra menos que otros que no dedican tanto tiempo a su labor, están menos preparados y sus avances diarios no pueden cambiar el mundo.

Seguramente, como para todo en la sociedad actual, dependerá de su productividad, y como bien es sabido, el beneficio a corto plazo es mejor que el de a largo plazo. Un estudio científico a lo mejor no da beneficios hasta que pasan unos años de investigación, pero sus resultados pueden cambiar el mundo. En cambio, procesos productivos generales, suelen dar beneficios a corto plazo y no aportan nada a la sociedad, incluso puede que sean perjudiciales ambiental y socialmente. Por ejemplo, las empresas de apuestas deportivas, industria armamentística, etc.

EL poder económico de una nación se mide por el número de ingenieros y científicos, al menos antes era así dirán. Ahora, aunque intenten decirnos otros factores más importantes, sigue siéndolo. Los estados no le dan la prioridad debida, creen que el crecimiento económico no tiene nada que ver con el estado de salud de la ciencia, y un caso claro es nuestra España, que con pocos científicos en su haber, y muchos de ellos exiliados laboralmente, nos vemos inmersos en una crisis sin precedentes. Si se fomentase el gasto en I+D (y no tan escaso y mal enfocado, hacia tecnología militar) en empleos verdes, energías renovables, educación, etc podríamos crear personas competentes, crear un tejido industrial y empresarial fuerte, y estar a la altura de los grandes países. Como el declive de la ciencia no es solo cosa de España, vemos como países anglosajones también están sufriendo la crisis. Supongo que la diferencia entre ellos y nosotros es que empezaron antes su revolución científico-tecnológica y pueden soportar mejor su economía, mientras que nosotros, sin ese tejido, debemos basarnos en construcción y turismo.

La vida laboral de un científico siempre será de estudio y dedicación plena, precisando de avances para no quedarse atrás. Esta presión que le ejerce ese mundo es, si la comparamos con la que sufren periodistas, a priori más fuerte. Pero no tiene por qué ser cierto, muchos periodistas también sufren largas jornadas laborales y presiones de redactores jefes, directores, etc. Por tanto, es extraño que aun a sabiendas de que en ambos mundos se les va a tratar así, las carreras de comunicación sean más demandadas.

Si la elección de una carrera u otra ya no es un tema monetario o de vida laboral digna, entonces será que hay algo en esas titulaciones de comunicación que son más atractivas para el ciudadano. ¿Será qué son más divertidas, menos duras, menos difíciles, menos trabajosas? Creo firmemente que ya no vamos a la universidad para formarnos como personas, para crear como dice Ortega y Gasset al hombre medio. En realidad ya se ve cómo un título o llave que te abre puertas futuras, que supone te ayudará a encontrar el camino profesional que deseas. Si tenemos esto en mente, estudiar una carrera de ciencias como matemáticas o física no ayudará mucho al futuro laboral, y además exigirá un esfuerzo enorme y dedicación durante al menos 5 años de tu vida. Por tanto, este problema de desprestigio universitario, en el que ya no se forman personas con criterio, mentes que puedan revolucionar al mundo, o simplemente jóvenes brillantes con ganas de entender el mundo, es otro factor del declive de la ciencia.

miércoles, 25 de enero de 2012

Ensayo de un ensayo V: La problemática universitaria en la ciencia

Otro factor del declive científico es la problemática universitaria, tanto de sus carreras, como sus departamentos, profesores, etc.




El declive científico en las universidades decrece a favor de otras licenciaturas como son comunicación audiovisual, periodismo, etc. Elías reconoce, por experiencia personal (ha hecho químicas y periodismo) que una carrera de ciencias es mucho más dura, y precisa de un mayor sacrificio personal para llevarla a cabo que la de comunicación. Por ello, es posible que aparezcan datos como los descritos en el libro.

Yo que he cursado una carrera de ciencias (Ciencias Ambientales) he visto como otros compañeros de titulaciones de letras entraban mas tarde a clase y salían antes, teniendo como mucho medio día de universidad. Yo en cambio, si sumaba las horas de prácticas en laboratorio de la mañana con las clases teóricas de la tarde, pasaba más de 8 horas diarias encerrado entre cuatro paredes. El primer año me podía molestar aquello, de hecho me molestaba, pero pronto comprendí que mi carrera precisaba de un esfuerzo doble y que si quería ser algún día ambientólogo debía trabajar duro los cinco años de carrera.
Otro problema que me encontré en mi carrera fue la del profesor funcionario, aunque con excepciones, muchos de mis profesores daban la clase porque era una obligación, no por gusto, ya que si daban una serie de horas lectivas al año, además de la contribución económica, la universidad les cedía los espacios para investigar.

Como bien cita Carlos en el libro, Ortega y Gasset decía que la universidad consiste, primero y por lo pronto, en la enseñanza superior que debe recibir un hombre medio (…). Por tanto, la función primaria y central de la universidad es la enseñanza de las grandes disciplinas culturales1. Por eso es tan importante, enseñar ambos caminos, el de letras y el de ciencias en unos mismos estudios, para crecer no solo como profesionales destinados a una empresa futura, sino como personas racionales y con mundo.

En 2005 había más matriculados en ciencias de la información que en matemáticas y físicas juntas (C. Elías, 2005). Este dato es alarmante por varios motivos: primero hay que preguntarse si es necesario tener tantos periodistas, o peor aún, si es bueno tener tan pocos físicos y matemáticos, no nos damos cuenta que estos últimos hacen avanzar el mundo, mientras que los primeros, en muchos casos, hacen lo contrario.

Está claro que aprender ciencia, o cualquier otro contenido complejo o abstracto, necesita, sobre todo, atención y concentración (C. Elías, 2005). De eso no hay duda, tampoco hay duda de que la sociedad actual está cada vez menos preparada para asimilar ese tipo de contenidos, y mucho menos de guardarlos en su cerebro. Carlos Elías, achaca esto al mundo mediático, en particular al de la televisión. Seguro que ésta es una de sus causas más importantes, ya solo por el hecho de “pérdida de tiempo” que es el aparato en sí, absorbiendo a la población más de 4 horas diarias de media. Si, encima, la programación en la mayoría de los canales es “telebasura” el daño es aún mayor. Pero no creo que sea solo este medio de comunicación el culpable. Hay otros culpables que se pueden sumar a esta debacle de la ciencia.

domingo, 8 de enero de 2012

Ensayo de un ensayo IV: la ciencia y la magia



Uno de los factores que están haciendo que perdamos el contacto con las ciencias es que hemos perdido el mismo con la naturaleza, esta es la mayor representante de los procesos científicos, y viviendo en ciudades, nos sentimos poco identificados con ella. Vivimos rodeados de tecnología, de avances, pero no nos sentimos parte de ellos, porque no los entendemos y ni tampoco queremos.

Siguiendo el hilo de la desconexión de la sociedad con la ciencia entra otro tema, el de la magia y la ciencia. Si pensamos en que la gente cree en que los procesos más cotidianos que le rodean son magia y no ignorancia estaremos equivocados. No creo que la gente piense que lo que hace una fotocopiadora sea magia, sino que no les interesa saber los porqués de la aparición de una hoja copiada. Ellos saben que es ciencia, tecnología, todo lo que rodea al proceso, pero igual que  un niño sabe que la ropa sucia no se vuelve limpia por arte de magia, sino que la madre es la que hace el proceso, el adulto hace lo mismo. Es decir, al menos en occidente, creemos que no hay tiempo para saber los procesos intermedios que rodean a un resultado, queremos el producto listo y empaquetado. Pero esto es una contradicción en si misma, ya que si toda la población piensa igual, al final nadie le interesará saber los porqués, no tendrá inquietud científica de las cosas, no querrá estudiar una carrera de ciencias y terminará por desaparecer ese producto final, ya que nadie sabrá cómo hacerlo.

Dar a conocer, por ejemplo los procesos que llevan a cabo el cambio climático, puede ayudar a mostrar mayor interés y cercanía por el tema, lo que conllevaría a una mayor conciencia. Esto implica mayor número de noticias sobre el tema, mayor repercusión y finalmente mayor apoyo político y empresarial para solventarlo. Simplemente, favoreciendo la comunicación científica, se pueden conseguir mejoras a nivel mundial. 

lunes, 26 de diciembre de 2011

Ensayo de un ensayo III: la visión actual de la ciencia

imaginario-nopensar.blogspot.com

Lo primero que se debe cambiar es la visión que tiene el ciudadano medio de la ciencia, no debe sólo mostrarse interés si afecta directamente a uno: la medicina, el medio ambiente y otras materias que están muy conectados con el día a día de las personas. No es lo mismo la visión que se tiene de un químico, matemático (más alejada de los ciudadanos) que de un médico o astronauta. Estos últimos están mejor visto, aunque ambos contribuyen al bien común, ambos hacen su trabajo, y hacen avanzar la sociedad.


Uno de los problemas de esa desconexión del mundo científico con la gente pueda ser que en los congresos, conferencias y revistas especializadas la forma de comunicar no sea apta para todos los públicos, o simplemente, como bien nos ejemplifica Carlos con la visita de Einstein a España, es falta de voluntad y de entusiasmo por los temas que se tratan1. ¿Por qué lo que decía Einstein en sus conferencias era tratado en primera plana cosas que en la actualidad serían inimaginables?

Creo que la culpa es tanto del científico que no ha sabido divulgar sus conocimientos de manera eficiente, como de los medios de comunicación de masas a la hora de marginar noticias que están cambiando el mundo día a día.  La ciencia debe avanzar igual que lo hacen los de su alrededor, entrar con fuerza en internet es fundamental para llegar a todos los posibles receptores y captar “nuevos clientes” de la ciencia.

 1 Elías, Carlos. La Razón Estrangulada. Barcelona. Editorial Debate, 2008.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Ensayo de un ensayo II: ni el nombre gusta

EL primer problema del periodismo científico es como bien dice Manuel Calvo, en su Manual de Periodismo Científico (1997), su propio nombre, ya que no gusta a todos por ser una denominación anfibológica. Los que se encuentran por primera vez con la expresión, pueden interpretarla como el nombre de una disciplina que estudiará el periodismo como ciencia o como conjunto de tecnologías que tiene como objetivo final la información. Pero no se trata de esto, sino de divulgar ciencia y tecnología a través de los medios de comunicación de masas (M. Calvo, 97). No es de extrañar entonces, que empecemos ya por mal camino, si la definición de lo que queremos hacer ya conlleva a error.

Vemos que la sociedad cada vez está más desvirtuada, es mas egocéntrica y egoísta, tiene prisa por todo y busca lo más sencillo y rentable. Es por ello que hay una doble necesidad que precisa nuestro tiempo, la de acercar la ciencia a la sociedad y hacerlo utilizando los dos únicos sistemas que el público tiene a su alcance: la enseñanza y la información. Durante el libro, no se busca más que esto, y para ello estudia con precisión los factores que están debilitándola. Debemos estudiar al enemigo para poder vencerle.


martes, 29 de noviembre de 2011

Ensayo de un ensayo I: el declive de la ciencia

Mis dos libros del 2011: Manual de Periodismo Científico de Manuel Calvo y  La Razón Extrangulada de Carlos Elías


Para comenzar este ensayo sobre el libro de Carlos Elías, La Razón Estrangulada debo reseñar el por qué el autor gasta 450 hojas de tinta, nada más y nada menos, que en intentar estudiar uno de los problemas más graves que tiene la sociedad moderna, y que es causante directo e indirecto de la mayoría de los problemas que ocurren en el mundo: intenta descubrir, cual detective, todos los posibles actores que están estrangulándola e impidiendo que se nutra de la verdadera sangre de la ciencia, la que aporta oxígeno para sobrevivir: aquella que brota de los jóvenes brillantes con ilusión por entender el mundo (C. Elías, 2008).

Esta frase que podemos leer en su libro, expresa la frustración de muchos sobre un problema tan grave como es la decadencia de la ciencia, en todos los sectores y medios. Esto de manera directa afecta notablemente a la calidad de vida de los países, a la mejora social y ambiental, y por supuesto, al nivel intelectual.

Durante este ensayo intentaré, al igual que lo ha hecho Carlos, trabajar algunos de los puntos clave de esta debacle, apoyándome también en otras fuentes y terminando con un halo de esperanza, una noticia del País que ha salido estos días que demuestra que sigue habiendo científicos preocupados por divulgar y comunicar ciencia. Esto es un ensayo de un ensayo. Espero que guste.

jueves, 6 de octubre de 2011

Ensayo sobre la EA IV: La educación ambiental como divulgación positiva

Una de las consecuencias de que exista una crisis científica, una desmotivación y falta de interés como la que estamos viviendo, son los mensajes negativos que los medios de comunicación hacen sobre los temas científicos, sólo para vender. Este chip hay que cambiarlo, a través de una divulgación positiva, inclusive cuando existan problemas.

El Decenio de Naciones Unidad de la Educación para el Desarrollo Sostenible tiene por objetivo lograr la participación de los individuos en el movimiento global en pro del desarrollo sostenible. Para que esto se pueda llevar a cabo, los mensajes en los medios deben ser positivos. Estos consiguen que la gente se sienta más identificada, motivada y esperanzada. Por ejemplo, voy a escoger dos trozos de noticias reales sobre cambio climático, una con un carisma positivo y otro negativo. Después analizaré que conclusiones se pueden sacar de leer uno u otro artículo.


Negativo


En el portal de Yahoo  Noticias sale este titular sobre los problemas que acarrea la crisis ambiental,  dice: El cambio climático amenaza la salud mental de las personas. No hay que leerse toda la noticia, para que nos entre el pánico y la desolación:

Las inundaciones, sequías y fuertes tormentas provocadas por el cambio climático amenazan con devastar no sólo los hábitats humanos, sino también su salud mental, indicaron investigadores australianos. "El daño causado por el cambio climático no es sólo físico", dijeron estos expertos en un informe publicado esta semana por el Instituto de Investigación del Cerebro y la Mente de la Universidad de Sídney (…)

Positiva


El portal de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) trataba una noticia sobre Empleo Verde en relación con la crisis ambiental y económica de la siguiente manera:

Sectores como los de las energías renovables o la ganadería y agricultura ecológica están en auge y se prevé que tengan una importancia vital en el futuro.

El pasado domingo, 1 de mayo, se celebró el Día Internacional de los Trabajadores, tal y como viene haciéndose desde hace más de un siglo. Esta vez, se enmarca dentro de un contexto de crisis económica y ambiental en toda Europa, con un número muy alto de parados y una gran incertidumbre sobre el modelo económico por el que apostar.

Dentro de la amplia diversidad de ámbitos profesionales, en los últimos años suenan cada vez con más fuerza los términos “empleo verde” o “economía verde”.


Como es lógico pensar, al leer la primera noticia, nuestra primera idea que se pasará por la cabeza será la de miedo y angustia. Pero si leemos muchas de las noticias sobre cambio climáticos que salen en los medios, veremos que son del estilo, intentando impactar al lector con un titular demoledor. Si una persona ve una noticia negativa, le sorprende, pero si ve muchas, termina por dejarlas de lado, ya que su cerebro piensa que ya no hay marcha atrás, no hay solución y por tanto, para qué esforzarse en seguir informado sobre el tema. Mejor pasar.

En cambio, con noticias positivas, se consigue el efecto contrario, el positivismo ayuda a conectar con los lectores, hace que sintamos que hay solución a los problemas, que si actuamos podemos aportar algo y que ese algo servirá. La noticia positiva que he elegido es sobre el auge del empleo verde. En tiempos de crisis económica, ver una noticia así es alentadora, no sólo porque aumenten los puestos de trabajo, es que además se consigue un desarrollo más sostenible y limpio.

No digo que no se deban dar noticias sobre los problemas que está acarreando el aumento de la contaminación, el calentamiento global, las sequias, las inundaciones, etc. Pero si se debería, para que la divulgación sea efectiva, intercalar noticias positivas con negativas, y si es posible, dentro de los artículos negativos, dar soluciones a los problemas planteados, explicar las buenas prácticas que se hacen en lugares remotos, planes de acción locales, etc.

lunes, 3 de octubre de 2011

Nuevos espacios divulgativos

En la actualidad, la comunicación científica está desprestigiada y marginada, porque no interesa. Pero este no es el fin. La divulgación debe abrirse camino hacia nuevos campos, nuevos espacios dónde presentarse. Internet, y en concreto las redes sociales y profesionales, el mundo 2.0 en general, es una oportunidad única que debemos aprovechar todos los interesados en la divulgación científica, porque nos aporta plataformas dónde hacernos oír, canales a los que dirigirnos, multitud de formatos en los que trabajar y lo más importante, una conexión con el publico más directa, cercana y amable.



En las redes sociales vemos revistas especializadas como Quercus, Nature, Muy interesante, National Geographic hacen un uso diario de ellas mediante tweets en Twitter o post publicados en sus muros de Facebook. Gracias a estos medios tienen millones de seguidores en todo el mundo que siguen sus artículos cada día, muchos ni se meterán a leerlo, pero muchos otros sí, y ahí es donde radica el éxito de estas plataformas. Además se simpatizan con otros medios de divulgación científica a los que siguen y dan cabida en sus espacios.



Se consigue que portales y revistas de menor calado tengan la oportunidad de codearse al mismo nivel que por ejemplo @naturenews, el perfil en Twitter de la revista Nature, revista científica más importante, que tiene 267.000 amigos, con National Geographic @natgeo o Muy Interesante @muyinteresante que tiene casi un millón de seguidores cada uno. Estas son las especializadas en ciencias, pero si vemos las secciones de ciencias de periódicos generalistas como Público @publico_ciencia le siguen casi 11.600 amigos. Esto es algo asombroso, nunca una revista científica o una sección de periódico habían sido seguidas por tantísima gente. Pero también personas concretas, científicos, periodistas ambientales, divulgadores son seguidos por miles de personas en todo el mundo, por poner dos ejemplos muy distintos. Eduardo Punset @epunset tiene casi 100.000 seguidores, claro está que es una persona que también sale mucho en televisión, pero Clemente Álvarez, periodista ambiental, que no sale en televisión y que es conocido en la actualidad por su blog Ecolab en El País tiene casi 3.200 amigos. 


Todo esto significa que un solo comentario, una nueva entrada subida, un nuevo post hacen que miles de personas lo puedan leer al momento, que esas lo compartan con sus amigos, y así sucesivamente, consiguiendo un índice de impacto brutal. Sabiendo de este potencial, todas las revistas de papel y periódicos deberían seguir el ejemplo para que la gente pudiese acceder a todas ellas.




Otra de las herramientas que ofrecen las redes sociales, es la de usarlas como locutores instantáneos de información, es decir, si un periodista está dentro de una conferencia sobre nanotecnología, puede ir subiendo mensajes a su perfil o al perfil de la revista en la que trabaje para que la gente sepa de que están hablando en ella, formándose grupos de debate y sanas conversaciones sobre ciencias en la red. Yo esto lo he vivido en ponencias de medio ambiente en el último Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA) y es algo especial. Durante la ponencia “Medio Ambiente y Redes Sociales” vi como hasta ponentes que en ese momento no estaban hablando iban comentando en twitter lo que sus compañeros de profesión iban exponiendo, con el hastag #natured. Además, en muchas de estas conferencias, para poder seguir el debate 2.0, ponen paneles o pantallas con los mensajes que se van subiendo a la red, dando cabida a que una persona de Australia pueda enterarse de la ponencia y preguntar a su ponente favorito alguna duda surgida durante las conferencias. Se consigue que gente no sólo dentro de la sala esté informada, desde fuera también, y que además, se sientan parte de ella, lo que produce una gran motivación e implicación.


En redes profesionales, ocurre algo parecido, pero el público no es tan generalista, aquí los grupos de trabajo, como los de LinkedIn ofrecen grandes debates entre distintos profesionales de un sector. Por supuesto, también tienen cabida científicos de todo el mundo. Estoy ahora en más de 15 grupos, muchos de ellos de medio ambiente, divulgación y ciencia. Tengo la oportunidad de charlar en un debate abierto sobre los avances en energías renovables con el director de una compañía energética, con un catedrático y el técnico instalador, todos a la vez, creándose verdaderos focos de información de calidad, diversidad y buen hacer. Aquí aprendemos todos, comunicamos todos y divulgamos todos.



De unos años para acá han proliferado los blogs de ciencias, los portales y webs de temas científicos. Esto también es una buena salida divulgativa. Es cierto que hay mucha información con poca calidad, falta de fuentes, etc. Pero debemos entre toda esa maraña saber cribar.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA II: La educación ambiental y de la vida.


Para entender mejor mi ensayo, creo recomendable explicar algunos conceptos clave de forma breve sobre la EA. Empezando claro está por su definición, la que más me gusta es la que se dio en 1977, en la Conferencia Intergubernamental de Tiblisi en Georgia, que dice así: la EA es un proceso permanente en el que los individuos y la comunidad se conciencian de su medio ambiente y adquieren el conocimiento, los valores, destrezas, experiencias y también la determinación que les permitirá actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas presentes y futuros. Me gusta esta definición porque es extrapolable a toda la ciencia, es decir, si sustituimos medio ambiente de la definición por ciencia, adquiere el mismo significado. A través de la EA se puede expresar la ciencia.

La función más genuina de la escuela es la educación para la vida. Ya lo expresó Séneca diciendo: non scholae se vitae dscimus (aprendemos para la vida, no para la escuela). Así comenzó y tuvo como objetivo principal formar a ciudadanos útiles, con capacidad para desenvolverse en la sociedad con el tiempo. Según esta se fue haciendo más compleja, la escuela fue introduciendo nuevas materias, con las que no se vería de forma tan inmediata este sentido práctico y formativo. Aquí es donde entra esa educación para la vida, que nos une con la realidad.

Es la EA la que mejor sabe conjugar todo esto, desde su prisma, sabe conectarnos con la realidad, con sus valores y conflictos, convirtiendo su estudio una práctica altamente formativa.

La educación, al igual que en la ciencia no está todo escrito. Se necesitan aún respuestas que dar a problemas nuevos. Y los libros no deben pretender, ni pueden ser colecciones de recetas mágicas. Tanto en la EA como en la ciencia, en su programación debe encontrarse la creatividad, en su organización del trabajo como en la construcción de soluciones. 

Como resumen de estas ideas, podemos decir que la EA debe ser transformadora y que en su definición no debe faltar el componente para: para mejorar el medio, para garantizar el futuro y para transformar la realidad. Triste seria una EA en la que se pretendiera que las cosas se arreglaran por si solas y no se llegara a la causa última de los conflictos. Igual pasa en los procesos científicos, por supuesto.


Algunos de las ideas para estos textos han sido influenciadas por el Presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental, Federico Velázquez de Castro.