jueves, 1 de diciembre de 2011

Ensayo de un ensayo II: ni el nombre gusta

EL primer problema del periodismo científico es como bien dice Manuel Calvo, en su Manual de Periodismo Científico (1997), su propio nombre, ya que no gusta a todos por ser una denominación anfibológica. Los que se encuentran por primera vez con la expresión, pueden interpretarla como el nombre de una disciplina que estudiará el periodismo como ciencia o como conjunto de tecnologías que tiene como objetivo final la información. Pero no se trata de esto, sino de divulgar ciencia y tecnología a través de los medios de comunicación de masas (M. Calvo, 97). No es de extrañar entonces, que empecemos ya por mal camino, si la definición de lo que queremos hacer ya conlleva a error.

Vemos que la sociedad cada vez está más desvirtuada, es mas egocéntrica y egoísta, tiene prisa por todo y busca lo más sencillo y rentable. Es por ello que hay una doble necesidad que precisa nuestro tiempo, la de acercar la ciencia a la sociedad y hacerlo utilizando los dos únicos sistemas que el público tiene a su alcance: la enseñanza y la información. Durante el libro, no se busca más que esto, y para ello estudia con precisión los factores que están debilitándola. Debemos estudiar al enemigo para poder vencerle.


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