jueves, 15 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA II: La educación ambiental y de la vida.


Para entender mejor mi ensayo, creo recomendable explicar algunos conceptos clave de forma breve sobre la EA. Empezando claro está por su definición, la que más me gusta es la que se dio en 1977, en la Conferencia Intergubernamental de Tiblisi en Georgia, que dice así: la EA es un proceso permanente en el que los individuos y la comunidad se conciencian de su medio ambiente y adquieren el conocimiento, los valores, destrezas, experiencias y también la determinación que les permitirá actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas presentes y futuros. Me gusta esta definición porque es extrapolable a toda la ciencia, es decir, si sustituimos medio ambiente de la definición por ciencia, adquiere el mismo significado. A través de la EA se puede expresar la ciencia.

La función más genuina de la escuela es la educación para la vida. Ya lo expresó Séneca diciendo: non scholae se vitae dscimus (aprendemos para la vida, no para la escuela). Así comenzó y tuvo como objetivo principal formar a ciudadanos útiles, con capacidad para desenvolverse en la sociedad con el tiempo. Según esta se fue haciendo más compleja, la escuela fue introduciendo nuevas materias, con las que no se vería de forma tan inmediata este sentido práctico y formativo. Aquí es donde entra esa educación para la vida, que nos une con la realidad.

Es la EA la que mejor sabe conjugar todo esto, desde su prisma, sabe conectarnos con la realidad, con sus valores y conflictos, convirtiendo su estudio una práctica altamente formativa.

La educación, al igual que en la ciencia no está todo escrito. Se necesitan aún respuestas que dar a problemas nuevos. Y los libros no deben pretender, ni pueden ser colecciones de recetas mágicas. Tanto en la EA como en la ciencia, en su programación debe encontrarse la creatividad, en su organización del trabajo como en la construcción de soluciones. 

Como resumen de estas ideas, podemos decir que la EA debe ser transformadora y que en su definición no debe faltar el componente para: para mejorar el medio, para garantizar el futuro y para transformar la realidad. Triste seria una EA en la que se pretendiera que las cosas se arreglaran por si solas y no se llegara a la causa última de los conflictos. Igual pasa en los procesos científicos, por supuesto.


Algunos de las ideas para estos textos han sido influenciadas por el Presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental, Federico Velázquez de Castro. 

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