Mostrando entradas con la etiqueta carlos elias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta carlos elias. Mostrar todas las entradas

martes, 4 de septiembre de 2012

Ensayo de un ensayo XII: conclusiones finales


Otro tema interesante es el del decrecimiento del interés por los temas científicos en los medios de comunicación: televisión, radio, revistas y periódicos. En estos es cierto, pero no debemos olvidarnos del grande de las comunicaciones, internet. Su potencial es mucho mayor que el de cualquier revista o periódico, incluso que la propia televisión. Tiene un índice de impacto brutal. Es un escaparate publicitario interesantísimo que puede ayudar a mejorar la visión de la ciencia, siempre y cuando se trate con el rigor y el respeto que se merece. En el mundo 2.0 encontraremos muchos ejemplos de calidad científica, de hecho, las grandes revistas tienen webs y están metidas en redes sociales y profesionales, pero además de todos estos, existen blogs y portales dónde principiantes de este mundo tienen mucho que decir.



La divulgación debe abrirse camino hacia nuevos campos, nuevos espacios dónde presentarse. Internet es una oportunidad única que debemos aprovechar todos los interesados en la divulgación científica, porque nos aporta plataformas dónde hacernos oír, canales a los que dirigirnos, multitud de formatos en los que trabajar y lo más importante, una conexión con el publico más directa, cercana y amable.

Ensayo de un ensayo XI: monopolios e índices de impacto


No todo dentro del mundo de la publicación científica es ideal, también ahí se producen barreras para la mejora de la difusión de la ciencia. En primer lugar por el monopolio que tienen las dos grandes revistas Nature y Science y en segundo lugar por pensar que el índice de impacto es la única herramienta fiable para la mejor calidad científica.

Fuente: www.madrimasd.org/blogs

lunes, 16 de abril de 2012

Ensayo de un ensayo VIII: el legunaje literario para acercar la ciencia

Otro problema que surge del mundo científico es la visión que se tiene sobre su forma de escribir, sobre su expresión oscura y difícil, llena de tecnicismos. Ésto, si echamos la vista atrás no es cierto, científicos reconocibles por todos, como Galileo Galilei o Darwin, escribían sus textos científicos como si de literatura se tratara. Usaban registros literarios, no en libros de divulgación, sino en su propia obra científica (C. Elías, 2008). No podemos seguir pensando que existen dos culturas, separadas por un alto muro infranqueable, debemos saber que ese muro es tan sumamente poroso que la información fluye en ambos sentidos. Habrá periodistas, científicos, profesores, que solo vean un muro impenetrable, pero hay otros que solo ven los agujeros de los poros, y el espacio que dejan para pasar. Los científicos son gente de ciencias pero también de letras, incluso alguno ha ganado el Nobel de literatura, como Bertrand Russel que era matemático. Es más algunos científicos españoles, ante la decadencia de su profesión, han tenido que dedicarse en parte a la literatura, mejor pagada.

jueves, 1 de marzo de 2012

Ensayo de un ensayo VII: periodistas y científicos en busca de la simbiosis perfecta

Fuente: periodismocientífico.cl


Según Virginia Wolf, La naturaleza y las letras parecen tener una natural antipatía; basta juntarlas para que se hagan pedazos. Pero si juntamos ambas, por ejemplo en el periodismo científico, vemos como ambas partes, el periodista y el científico,  tienen un objetivo común que perseguir: el de buscar la verdad y hacerla pública (C. Elías, 2008).

martes, 29 de noviembre de 2011

Ensayo de un ensayo I: el declive de la ciencia

Mis dos libros del 2011: Manual de Periodismo Científico de Manuel Calvo y  La Razón Extrangulada de Carlos Elías


Para comenzar este ensayo sobre el libro de Carlos Elías, La Razón Estrangulada debo reseñar el por qué el autor gasta 450 hojas de tinta, nada más y nada menos, que en intentar estudiar uno de los problemas más graves que tiene la sociedad moderna, y que es causante directo e indirecto de la mayoría de los problemas que ocurren en el mundo: intenta descubrir, cual detective, todos los posibles actores que están estrangulándola e impidiendo que se nutra de la verdadera sangre de la ciencia, la que aporta oxígeno para sobrevivir: aquella que brota de los jóvenes brillantes con ilusión por entender el mundo (C. Elías, 2008).

Esta frase que podemos leer en su libro, expresa la frustración de muchos sobre un problema tan grave como es la decadencia de la ciencia, en todos los sectores y medios. Esto de manera directa afecta notablemente a la calidad de vida de los países, a la mejora social y ambiental, y por supuesto, al nivel intelectual.

Durante este ensayo intentaré, al igual que lo ha hecho Carlos, trabajar algunos de los puntos clave de esta debacle, apoyándome también en otras fuentes y terminando con un halo de esperanza, una noticia del País que ha salido estos días que demuestra que sigue habiendo científicos preocupados por divulgar y comunicar ciencia. Esto es un ensayo de un ensayo. Espero que guste.