Otro tema interesante es el del decrecimiento del interés por los temas científicos en
los medios de comunicación: televisión, radio, revistas y periódicos. En estos
es cierto, pero no debemos olvidarnos del grande de las comunicaciones,
internet. Su potencial es mucho mayor que el de cualquier revista o periódico,
incluso que la propia televisión. Tiene un índice de impacto brutal. Es un
escaparate publicitario interesantísimo que puede ayudar a mejorar la visión de
la ciencia, siempre y cuando se trate con el rigor y el respeto que se merece.
En el mundo 2.0 encontraremos muchos ejemplos de calidad científica, de hecho,
las grandes revistas tienen webs y están metidas en redes sociales y
profesionales, pero además de todos estos, existen blogs y portales dónde
principiantes de este mundo tienen mucho que decir.
La
divulgación debe abrirse camino hacia nuevos campos, nuevos espacios dónde
presentarse. Internet es una oportunidad única que debemos aprovechar todos los
interesados en la divulgación científica, porque nos aporta plataformas dónde
hacernos oír, canales a los que dirigirnos, multitud de formatos en los que
trabajar y lo más importante, una conexión con el publico más directa, cercana
y amable.