jueves, 19 de julio de 2012

Contando carbono


Agencia de la Energía de Rivas Vaciamadrid donde realicé el diagnóstico.


Hace unos meses terminé diagnostico de emisiones de Rivas Vaciamadrid. Podría hablar en este post del caso concreto de mi estudio, pero me parece más interesante comentar como ha sido todo el proceso hasta conseguir sintetizar en unos informes los resultados de toneladas de carbono de la ciudad.

Para empezar, algo primordial es conocer muy bien el objeto de estudio. En mi caso es la ciudad dónde nací, por lo que ese punto no fue un problema. Es muy importante saber el contexto en el que se trabaja, el tamaño poblacional, los sectores más fuertes, el estilo de vida, su heterogeneidad y complejidad espacial, cultural y económica, etc para luego poder valorar las acciones a seguir.

Un segundo paso es elegir bien la herramienta con la que pretendemos obtener las emisiones. En el mercado cada día salen nuevas y mejoradas, y hay que estar muy al tanto de ellas si queremos obtener datos precisos y detallados. Yo elegí una que trabaja a través de ciclos de vida y que obtiene una huella de carbono de productos y servicios. En nuestro caso la ciudad es un conjunto de servicios, por lo que el trabajo a priori puede parecer más complejo.

A continuación, se debe ver en que partes podemos dividir el objeto de estudio y así hacer más sencillo el diagnóstico. Se puede dividir pensando en donde encontraremos las fuentes de información, o en el color sociocultural, económico, etc. Yo en mi caso me decidí por lo primero, viendo que me resultaba más sencillo dividir la ciudad en dos partes: una las administraciones públicas (ayuntamiento, centros de salud, colegios, limpieza, mantenimiento, seguridad, etc.) y otra la ciudad propiamente dicha (hogares, sectores económicos, etc.).

Una vez fragmentado el objeto de estudio, los pasos a seguir son más sencillos. Ahora toca ver el alcance al que queremos llegar. Podemos desde contabilizar las emisiones directas de un coche, hasta lo que contamina la producción del mismo, su transporte, etc. Igual pasa con el resto de procesos. El alcance depende mucho de las fuentes de información que se tengan, del tiempo para realizar el diagnóstico y del personal dedicado a tal fin. Los principales procesos causantes de emisiones pueden dividirse en: procesos derivados de consumos, en los que entran todo tipo de consumos energéticos;  componentes, que son aquellos materiales que su producción, manipulación y consumo son susceptibles de emitir, por ejemplo el agua;  los residuos, que pueden ser desde los sólidos urbanos hasta radiactivos; los sumideros, que restan emisiones a la ciudad y que suelen proceder de los bosques maduros; y por supuesto transportes: públicos, privados y municipales.

Pensado el alcance, que será tanto o más preciso según tiempo y recursos que se puedan emplear en el diagnóstico, toca trabajar con la herramienta. Lo más importante, y para que el estudio quede acorde al esfuerzo, todas nuestras fuentes den ser oficiales, ya sean a nivel municipal, de comunidad, nacionales o internacionales. Yo en mi caso tuve que buscar desde datos en el Plan de Movilidad Urbano Sostenible, (para datos de transporte) en el Instituto Nacional de Estadística (para los censos agrarios y ganaderos) hasta datos en la mismísima Universidad Católica de Chile (para estudios de absorción de parques urbanos).

Introducidos ya los datos, las toneladas de emisión por tipo de proceso saldrán en bruto pudiendo convertirlo todo ello en gráficos que ayudan a conocer la realidad de la ciudad. Al final, la idea de trabajar con softwares de diagnóstico de la huella de carbono, es la de ir implementando poco a poco las medidas de mitigación y compensación. Al ser una aplicación que trabaja como un simulador sabremos, metiendo datos en él, donde se verán las reducciones más o menos significativas y así poder trabajar en actuaciones concretas que de verdad reduzcan las emisiones.

Aunque el proceso es costoso, las búsquedas de datos infernales, y las desesperaciones durante el trabajo pueden ser habituales, el resultado final es más que satisfactorio. Se consigue ver las emisiones totales de una ciudad fragmentadas en partes, y es ahí, en ese instante, cuando te das cuenta que debemos actuar paro cambiar el paradigma socioeconómico y cultural urbano. Dependemos demasiado de los combustibles fósiles y esto se hace notar porque, al final, lo que más contamina de una ciudad son las emisiones salidas de las casas (calefacción y electricidad) y de los vehículos privados.

Y para finalizar una curiosidad, el mix energético, ese que nos dice la mezcla de tipologías energéticas que se han usado de media en un país durante un año (tanto porcentaje de renovables, de nuclear, etc) puede hacer cambiar de manera sustancial las emisiones de una ciudad. De hecho, yo hice el diagnóstico de 2008 y 2011 donde el factor de emisión asociado al mix energético disminuía en más de un 30%, lo que hacía bajar emisiones por consumos energéticos de casas, empresas, administración, etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario