jueves, 29 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA IV: Comunicar, divulgar, educar.

Las ciencias que interesan son las que están más relacionadas con el día a día de las personas, las que son más cercanas y las que como siempre, afectan más a uno, por ejemplo la medicina: todo el mundo quiere saber cómo se llama tal enfermedad, sus síntomas, sus curas. También pasa con temas científicos como el cambio climático, las energías renovables, etc. que a medida que la gente se va dando cuenta que no es un tema banal, les empieza a suscitar interés y a intentar enterarse de cómo poder ayudar de forma particular reciclando, instalando un panel solar, una compostadora. O de forma colectiva, al unirse a grupo ecologistas, invertir en renovables, repoblando un bosque, etc.

Los congresos, conferencias y revistas de temática científica suelen verse desde fuera como un mundillo friki, exclusivo de unos pocos, sólo para científicos, lo que le hace muy cerrado y poco atractivo para el resto. Experiencias como la Semana de la Sostenibilidad (www.semanadelasostenibilidad.es) acercan a la gente de todo tipo (clase, sexo, edad, etc.) a juntarse en torno a un tema científico como es el desarrollo sostenible, el medio ambiente, y el cambio climático de una manera amena, divertida y seria (en el sentido en el que se tratan los temas) conjugando talleres, conferencias, juegos, espectáculos, etc.

A través de mi experiencia he visto como se puede divulgar de múltiples maneras la ciencia a través de la EA, haciéndola interesante incluso para la gente menos motivada con el ellas. Además no hay que olvidar, que la EA no sólo es para niños y niñas, todas las edades están incluidas.

En realidad, lo que se intenta es enseñar el funcionamiento de lo que nos rodea, para que la gente, al comprenderlo, le dé el valor que se merece. Un ejemplo que puede aclarar esto es nuestra relación con los Parques Nacionales. La gente, es conocedora de que dentro de ellos hay múltiples seres vivos que merecen su protección, son espacios muy bellos y de gran valor ecológico y que por tanto no se debería construir allí o contaminar su río, bajo ningún concepto. Ahora bien, si el río no pasa por un parque natural ¿podemos limpiar nuestra moto en él? La respuesta es no. Si una persona sabe que un río es un ecosistema vivo, que contaminarlo no sólo afecta a ese tramo, que de él viven aves, peces, anfibios, mamíferos y también seres humanos, tal vez, sólo tal vez, cambiaría de parecer.

Pueden parecer pretenciosas mis palabras, pero un buen uso de la EA en la sociedad puede conseguir: divulgar conocimientos y valores científicos (y no solo estos) comunicarlos a través de múltiples formas y en consecuencia de todo ello conseguir educar, es decir concienciar, hacer que se asimilen conceptos y ayudar a crear cabezas pensantes con criterio sobre sus actos.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA III: ¿por qué la educación ambiental?


Vivimos en ciudades: cogemos coches, andamos por aceras, dormimos entre placas de hormigón. Todo esto nos aleja de lo natural, de dónde venimos. Según Álvarez, Con esta visión cada día nos alejamos más, física y mentalmente de nuestra conexión  natural con todos los elementos que  conforman a la madre naturaleza. Pretendemos vivir en una burbuja,  pretendiendo no depender del medio  ambiente que nos rodea. No tomamos en  cuenta que para coexistir existen múltiples relaciones y procesos entre la naturaleza y  nosotros, que permiten la vida en este  planeta.  El contacto con la naturaleza es básico para acercar la ciencia a las personas. Aquí es dónde irrumpe con fuerza la EA, ésta debe ser: cercana con su público, amable con lo que le rodea, alcahueta entre naturaleza y sociedad, transversal a todo conocimiento de la vida y educadora en valores.

La EA ha nacido por necesidad ante la fuerza bruta de los humanos contra su propio sustento, y como ha nacido, debe crecer, en las mentes de la gente, para luego vivir en ellas. Deberá ser por tanto una disciplina de la educación formal y no formal, que actúe en el pueblo y haga que cambie su forma de ser, de ver las cosas y de sentir. Es más que aprender matemáticas o lengua, es una disciplina de la vida, es sentir, reconocer y criticar tu entorno, saber actuar en consecuencia y demostrar que eres una persona de la tierra, y que por tanto te mereces vivir en ella.

La EA, es conocer la ciencia, conocer su esencia, estudiarla no solo para un examen, sino porque ayudará al progreso de la vida, nuestra vida. Ayuda a que los más reticentes a la ciencia se sientan más comprometidos que nunca, sabedores de la implicación que tiene esta en el trascurso de los acontecimientos. Es el empujón que necesita la ciencia en estos tiempos de crisis, crisis ambiental, científica y de valores.

Las ciudades nos han engañado, los muros de hormigón ya no nos dejan ver más allá, pero si nos subimos a un alto y alzamos la vista, veremos lo innegable, somos parte de ella, de la naturaleza. No debemos olvidarnos de eso y actuar en consecuencia hacia el futuro.

Por tanto, una vez asumo nuestro rol, el de verdad, no el que nos imponen los medios, las masas o los políticos, debemos creer en la EA, como algo que enseñar, pero a la vez aprender, y que, con suerte, dentro de no muchos años, sea tan cotidiano y asumido que el educador ambiental desaparezca, y sean los padres, los maestros, los políticos, los empresarios, etc. los que tomen ese papel. Porque la EA es parte de la educación normal, es saber que es el bien y el mal y actuar en consecuencia, no dista de otras disciplinas educativas que también, y es lógico, trabajan en valores. Compromiso, austeridad, crítica, conocimiento, solidaridad, definen no sólo a la EA, sino a toda la educación en general.

 La EA se aprende en la calle, en las casas, en el colegio, en el parque. No es una disciplina ligada sólo a los árboles y a los "bichitos", también entra en juego todos la sociedad y su desarrollo. Es por tanto vital, educar desde cualquier sitio, dar a conocer todo lo que sabes y enseñarlo. Divulgar. No hay mejor forma que predicar con el ejemplo. 

domingo, 18 de septiembre de 2011

Moving Planet Madrid


¡El sábado 24 de septiembre en Madrid a las 11:00h, salgamos a las calles para pedirle fin de los combustibles fósiles: por una legislación climática!

El cambio climático es la mayor amenaza medio ambiental a la que nos enfrentamos en nuestros días. Esta amenaza se hace más evidente en España, en donde las predicciones sobre las consecuencias futuras del mismo, no son muy alentadoras. Es por esto que NOSOTRXS debemos salir a las calles y pedirle a los políticos que tomen medidas contundentes para frenar el cambio climático.


Este evento es parte del día de acción climática global Moving Planet, y es sólo uno de los miles de eventos que tendrán lugar alrededor del mundo.


El 24 de septiembre es nuestra oportunidad, ha llegado el momento de exigir a los políticos soluciones para la crisis climática. Sólo si somos miles de personas, conseguiremos que nuestras voces se oigan.

Ayúdanos a pedir el fin de los combustibles fósiles: por una legislación climática

¡Únete a esta gran acción! 

Inscríbete en http://www.moving-planet.org/madrid o marca la casilla “Asistiré” en el evento creado en Facebook
Una gran plantación en Johanesburgo, un festival en Nueva Zelanda o una marcha en bicicleta y conciertos en Singapur son sólo algunas de las acciones para el 24. Cientos de miles de personas de todos los puntos del mundo unidas por un mismo objetivo: frenar el cambio climático. Únete a nosotros y participa tú también en este movimiento mundial


¿DÓNDE? Plaza San Juan de la Cruz, Nuevos Ministerios-Parque de Tierno Galván


¿CUÁNDO? 11:00h (Nuevos Ministerios) 12:30h (Parque Tierno Galván)


¿QUÉ? Una bicicletada por el clima en la que formaremos con bicicletas una gran flecha que indica que nos movemos hacia un futuro de energías limpias. Posteriormente habrá una “feria climática” en el Parque Tierno Galván con conciertos, talleres, stands informativos, teatros y juegos de educación ambiental.


ASEGURATE DE TRAER: Una bicicleta, una camiseta blanca y toda la gente que conozcas. Sino puedes venir a la bicicletada, te esperamos en el Parque Tierno Galván.



Más información sobre el próximo evento Moving Planet Madrid 24 de Septiembre del 2011 aquí: http://www.moving-planet.org/events/es/madrid/844.
Vídeos sobre acciones globales organizadas por 350.ORG:
Enlaces de interés:



¡Espero que puedas venir el sábado! Juntos ayudaremos a conseguir una legislación climática que nos lleve a un futuro alejado de los combustibles fósiles, un futuro seguro para todos.


¡¡Nos vemos allí!!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA II: La educación ambiental y de la vida.


Para entender mejor mi ensayo, creo recomendable explicar algunos conceptos clave de forma breve sobre la EA. Empezando claro está por su definición, la que más me gusta es la que se dio en 1977, en la Conferencia Intergubernamental de Tiblisi en Georgia, que dice así: la EA es un proceso permanente en el que los individuos y la comunidad se conciencian de su medio ambiente y adquieren el conocimiento, los valores, destrezas, experiencias y también la determinación que les permitirá actuar, individual y colectivamente, en la resolución de los problemas presentes y futuros. Me gusta esta definición porque es extrapolable a toda la ciencia, es decir, si sustituimos medio ambiente de la definición por ciencia, adquiere el mismo significado. A través de la EA se puede expresar la ciencia.

La función más genuina de la escuela es la educación para la vida. Ya lo expresó Séneca diciendo: non scholae se vitae dscimus (aprendemos para la vida, no para la escuela). Así comenzó y tuvo como objetivo principal formar a ciudadanos útiles, con capacidad para desenvolverse en la sociedad con el tiempo. Según esta se fue haciendo más compleja, la escuela fue introduciendo nuevas materias, con las que no se vería de forma tan inmediata este sentido práctico y formativo. Aquí es donde entra esa educación para la vida, que nos une con la realidad.

Es la EA la que mejor sabe conjugar todo esto, desde su prisma, sabe conectarnos con la realidad, con sus valores y conflictos, convirtiendo su estudio una práctica altamente formativa.

La educación, al igual que en la ciencia no está todo escrito. Se necesitan aún respuestas que dar a problemas nuevos. Y los libros no deben pretender, ni pueden ser colecciones de recetas mágicas. Tanto en la EA como en la ciencia, en su programación debe encontrarse la creatividad, en su organización del trabajo como en la construcción de soluciones. 

Como resumen de estas ideas, podemos decir que la EA debe ser transformadora y que en su definición no debe faltar el componente para: para mejorar el medio, para garantizar el futuro y para transformar la realidad. Triste seria una EA en la que se pretendiera que las cosas se arreglaran por si solas y no se llegara a la causa última de los conflictos. Igual pasa en los procesos científicos, por supuesto.


Algunos de las ideas para estos textos han sido influenciadas por el Presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental, Federico Velázquez de Castro. 

martes, 13 de septiembre de 2011

Ensayo sobre la EA I: introducción


Vivimos una crisis ambiental sin precedentes, estamos esquilmando los recursos, aumentando con los gases de origen antrópico el efecto invernadero, deforestando bosques enteros, matando especies amenazadas para colgarlas como trofeos, contaminando ríos, mares y océanos, asfaltando suelos fértiles para que coches que contaminan puedan ir por ellos, cambiando ecosistemas enteros, rompiendo barreras coralinas y un gran etcétera. Todo esto lo estamos haciendo nosotros, los seres humanos, los seres más inteligentes que existen en la Tierra, según nosotros. Egocentrismo, antropocentrismo, son en la actualidad las dos palabras que mejor definen a nuestra especie. Y seguramente, las que nos hagan desaparecer como tales.

Aunque mis palabras suenan desalentadoras y funestas, me considero una persona optimista, y que siempre busca soluciones a los problemas que me rodean. Y con un problema como éste, no iba a ser yo el que le diese la espalda.

Esta crisis ambiental seguro que tiene relación con que el mundo científico no está en un buen momento. De hecho, a mi parecer, uno de los hechos que demuestra la crisis de la ciencia en la sociedad contemporánea, de manera más clara y visible, es sin duda el calentamiento global.

El cambio climático es como bien dicen los científicos una realidad inequívoca que hemos provocado nosotros mismos con el crecimiento tecnológico en los últimos siglos. Por tanto, ¿no deberíamos pensar qué hemos hecho mal y cómo deberíamos arreglarlo?

Llevo mucho tiempo preguntándome las posibles soluciones a este gran problema, y creo que la enseñanza en valores que promueve la Educación Ambiental (EA) puede ser una herramienta fabulosa para divulgar no sólo la ciencia, sino también valores sociales y culturales, que ayuden a vislumbrar un camino más sostenible y amable con lo que nos rodea.


Durante las próximas semanas iré subiendo artículos que dan continuidad a este ensayo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

La Telebasura y su gran índice de impacto



¿Podemos comparar el índice de impacto con el índice de audiencia? Creo que la respuesta es más que evidente. En el mundo de la comunicación, el mejor programa o el mejor periódico es aquel que consigue mayor audiencia, sin tener en cuenta la calidad de sus contenidos. Igual pasa con el índice de impacto, cuanto mayor sea el número de citas de un artículo científico, más importancia se le dará, por lo que repercutirá en el autor en mayores becas, fondos, plazas de investigación, etc.

¿Esto es justo? Pues creo que no, y haciendo la comparativa televisiva entenderán mejor mis argumentos. El índice de audiencia, al igual que el impacto, no cuantifica si al espectador o al lector le parece interesante o decepcionante el contenido, o si cree que es de mayor o menor calidad. Aquí se juzga si el programa sigue en antena por el número de personas que lo ve, no por su calidad. Puede ser telebasura, y de hecho suele ser la tónica general, que será el programa más visto y el que la cadena aporte más recursos para emitirlo. Con el índice de impacto pasa lo mismo, si un artículo es bueno, pensaremos que tiene una mayor difusión a través de ser citado, pero muchas veces, esto no es así. Un artículo puede ser muy interesante, pero si el autor no tiene el prestigio suficiente como para salir en Nature o Science, será complicado que sea citado muchas veces, ya que es allí donde los medios suelen ir a buscar información científica. Es cierto que hay excepciones, que como este índice no discrimina los sitios citados, pudiendo ser en revistas de muy poca importancia que contará igual, lo que consigue, según Carlos Elias1, que se citen como loros un grupúsculo de científicos para aumentar el prestigio de ese grupo y esas publicaciones, sin tener en cuenta, claro está la calidad.

Como conclusión, observar que al no haber un índice que calcule mejor la calidad de los artículos científicos, deberemos quedarnos con este, con posibles sentimientos de resignación, mientras se buscan nuevas herramientas más acordes con la realidad, porque de momento, no estamos definiendo la calidad del producto, sino su popularidad.

1Profesor titular de periodismo en la Carlos III de Madrid y licenciado en químicas